Comprendo la Cultura como un derecho inherente a todas las personas. Contribuir a su democratización ha sido siempre causa de mi proceder en la música.
Interpretar la música es dar cuenta de nuestra identidad. Y aunque lo distinto sea causa de lo único en nosotros, la música deviene en universal bondad y egoísmo, temor y audacia. Por supuesto que la música, como mensaje, depende de quién lo interprete, porque solo su imaginación podrá darle valor afectivo.